Esta obra es buena... como un borrador. Desde mi punto de vista, considero que el autor, escritor mayoritariamente de cuentos, ha hecho un intento de novela que no le ha acabado de salir del todo bien. Creo que, acostumbrado a los relatos, no ha sabido utilizar del todo los recursos del género de la novela; esta obra parece, más bien, un cuento largo.
Un ejemplo de esto es el uso del tiempo, el narrador y los espacios. En este libro no existe el tiempo, no te queda clara la duración de los hechos: ¿transcurrieron semanas? ¿meses? ¿tres días? ¿Pasa todo un día en casa del mago o solo se tratan de unos minutos? ¡A saber!
El narrador es otro aspecto poco definido. Al principio parece centrarse en la protagonista (Anah), algunos pasajes son desde el punto de vista de Promton y a veces incluso se encuentra un narrador omnisciente. La variedad de puntos de vista está bien, cierto, pero sólo se se usa adecudamente y dándole alguna utilidad. En este libro, no obstante, se usa deliberadamente un punto de vista u otro; y eso no le da perspectiva a la novela, sino que más bien confude.
Por otro lado, están los espacios. Descripciones hay pocas, aunque este tampoco es un hecho que desagrade demasiado, aunque sí que es cierto que dificulta que se sumerjas en la acción. Más bien, lo que he encontrado son errores garrafales al estilo: Están los protagonistas en un prado, fuera de casa, practicando magia y, de repente, otro personaje toca a la puerta y entra. ¿Perdona? ¿Entra a dónde? ¿No estaban en un prado?
Este tipo de cosas me hacen pensar que esta obra está poco revisada y hecha muy deprisa. Una obra hay que hacerla con tiempo y dedicación. A esta, sin lugar a dudas, le hace falta muchas horas de revisiones y modificaciones; por eso la considero un buen borrador, y no tan buena novela.
Todo eso en cuanto al estilo, en cuanto a la trama: deja bastante que desear. Los personajes son simples, no evolucionan: los buenos son buenos, y los malos son malos. Es una trama extremadamente precedible y con soluciones maravillosas: en un condado maldito por un brujo malvado, una niña nace con un gran poder, es la elegido que destruirá la maldición y retornará la paz al reino. ¿Os imagináis el final? Sí, en efecto, será ese. Lo peor de todo no es que una niña pueda o no vencer a un brujo super-mega-podeoroso, sino que el entrenamiento que recibe de "magia" es ridicula. Ridicula porque supongo -pues el tiempo no está definido- que se dio en un tiempo mínimo y, además, ni tan solo le da una explicación al poder que tiene. El libro se llama "El amuleto de Abraxas" y nunca sabes qué o quién es ese tal Abraxas.
Un contrargumento a mi crítica podría ser que está enfocado a un público más bien infantil, pero eso a mi no me sirve. ¿Escribir para gente más joven significa escribir peor? No. Opino que sobre todo a los niños que están empezando a leer hay que darles novelas bien hechas. Sí, que un bebé venzca al guerrero más temoroso del reino: tu reto consistirá en darle a eso un mínimo de sentido. Define el tiempo y el narrador, no puedes ofrecer a tu público una novela que se cae a pedazos. Hay que crear obras que no solo entretengan, sino también enseñen, y no me refiero a moralidad, sino a disfrutar de la lectura y a escribir, porque leyendo es la mejor manera con la que se aprende a escribir.
Para finalizar, decir que como puntos buenos tiene que es corta y se lee en un pis-pas, pero no es un libro que te aporte nada en especial. Como creo que ha quedado claro más arriba, no me ha gustado, pero al menos me ha entretenido durante unas horas.
Gracias a la editorial por el ejemplar! :)